A veces cuando la senda de la verdad y la claridad parece perdida, cálmese y aquiete su mente. Entonces la senda se le mostrará.
En esta meditación, la cabeza se inclina como en ofrenda al Gurú o al Ser Superior. Además de fortalecer su dirección mental, puede aliviar cualquier enfermedad de la sangre. Vivir la vida de acuerdo con la orientación de la verdad interior es esencial. si no lo hace así, tendrá dudas. Si las dudas no se eliminan, entonces la frustración penetra. La frustración, cuando no se libera, leva al enfado. El enfado luego lleva a una acción destructiva al Ser, a otros, o a ambos. Para detener este círculo vicioso, cree el hábito de aquietar el Ser y hacer preguntas a su propia conciencia superior. Esta meditación puede desarrollar esa capacidad.